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el imperio, cada uno con su forma jurídica, Roma ha vencido sobre Federico II. La forma imperial entra en un de época dominada por la fragmentación, por la lógica de la pluralidad de los reinos. Entramos así en la época de la formalización de ... Seguir leyendo
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el imperio, cada uno con su forma jurídica, Roma ha vencido sobre Federico II. La forma imperial entra en un de época dominada por la fragmentación, por la lógica de la pluralidad de los reinos. Entramos así en la época de la formalización de los reinos. Santificados por la Iglesia, sus reyes son los representantes de un cuerpo místico. Es el siglo de los reyes santos: Ricardo Corazón de León, Luis IX, Fernando III el Santo, Jaime I. La pluralidad de reinos eleva a la Iglesia de Roma a poder arbitral de las relaciones internacionales y así continuará hasta que el cisma de Occidente la fracture. Pero mientras tanto es la época del triunfo de Roma, la época clásica de la Edad Media. En la Hispania posterior a Alfonso VII se presentan estos procesos. Cristalizan las dos grandes coronas que se disputarán el futuro: Aragón y Castilla, dos conjuntos de reinos de diversa índole y consistencia, de dispar estructura social y cultural. Por eso ofrecerán una impronta profunda y diferente a las tierras hispanas.