Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Si se piensa que cada vida humana contiene un instante donde toda la experiencia y todos los valores se condensan en un repentino conocimiento, el universo de tiempo que nos rodea resplandecería como una Vía Láctea con tales epifanías, a veces en... Seguir leyendo
info
Si se piensa que cada vida humana contiene un instante donde toda la experiencia y todos los valores se condensan en un repentino conocimiento, el universo de tiempo que nos rodea resplandecería como una Vía Láctea con tales epifanías, a veces entusiásticamente luminosas, más a menudo amargamente apagadas pero siempre con un brillo de clarividencia humana. En medio de ellas hasta se podrían intuir agujeros negros, destinos tan negros e inexplicables que no consiguen emitir luz alguna. Si pudiésemos captar estos diferentes testimonios, ¿cómo sonarían? Es cosa del poeta responder a esta pregunta. Es un desafío que hace tiempo formulé en un poema: "íPréstame tu voz!". Los instantes que pudieran recrearse de esa manera formarían una fila sin fin, una historia sin pretensiones, anotada en el margen de la Historia que se escribe con mayúscula. Podríamos decir que un catálogo de esas características comenzó a ser elaborado hace más de dos mil años por los anónimos poetas griegos que prestaron su voz a muchos muertos en la llamada antología griega o palatina. Yo mismo llevo muchos años camino de este poemario. Por