Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
«A qué sabe el plástico. A partir de qué tamaño, esas partículas serosas, dejan de hacer un viaje turístico por nuestro organismo por nuestro aparato digestivo y se incorporan a la cadena trófica.» Este relato toca la médula, duele. La gr... Seguir leyendo
info
«A qué sabe el plástico. A partir de qué tamaño, esas partículas serosas, dejan de hacer un viaje turístico por nuestro organismo por nuestro aparato digestivo y se incorporan a la cadena trófica.» Este relato toca la médula, duele. La gracia está en su peculiar modo de contarlo, desde una aguda sagacidad, precisión, inteligencia que deviene en humor-horror y cero resignación. Un cero es como un conjunto vacío. Cada lector empezará, desde la lectura, a reavivar simultáneamente la ficción narrativa con su propia vida en un ahora que tiene en el conflictivo plástico arte, pensamiento y materiales civilizatorios un dilema digestivo, ético, creativo. Lo relacional, lo político y lo votivo en una simbiosis que llamamos novela, por no decir: disintamos sobre lo realmente importante y urgente en la actual distopía. ¿Qué hacemos con el apabullante excedente de plástico en nuestras vidas, mentes, espacios públicos o privados? Pregunta abierta: lector despierto.Víktor Gómez «Valentinos»