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Marion D"nhoff nunca dejó de viajar.A caballo desde Prusia Oriental, de camino a Frankfurt, huyendo a los veinticuatro años del ejército soviético al final de la segunda guerra mundial. Una refugiada más en un mar de desplazados.En su Porsch... Seguir leyendo
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Marion D"nhoff nunca dejó de viajar.A caballo desde Prusia Oriental, de camino a Frankfurt, huyendo a los veinticuatro años del ejército soviético al final de la segunda guerra mundial. Una refugiada más en un mar de desplazados.En su Porsche azul, en Hamburgo, de lunes a viernes a la redacción de Die Zeit, periódico del que estuvo a la cabeza durante varias décadas. Desde esa tribuna se convirtió con su lápiz en una de las intérpretes fundamentales del desarrollo político de la República Federal de Alemania hasta la caída del Muro de Berlín.En avión a reacción, en 1951, en un vuelo transoceánico rumbo a Nueva York, para informar de ese novedoso medio de transporte. Escalas sucesivas, saltos en la geografía -Inglaterra, Irlanda, Terranova- para encontrar en todas partes las mismas terminales aeroportuarias, los mismos periódicos, un mismo mundo separado por el mar.Sus viajes la llevaron a la India, a África en pleno proceso de descolonización, a la hoy desaparecida Checoslovaquia y a Hungría, cuando viajar todavía era difícil. De todo ello informó en artículos que