Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Hay historias de amor que acaban bien. Otras veces uno siente que debe… Durante un año, Violeta González Alegre habitó su primera casa: un ático desvencijado en el centro de la ciudad. Durante un año fue transformando ese espacio de lib... Seguir leyendo
info
Hay historias de amor que acaban bien. Otras veces uno siente que debe… Durante un año, Violeta González Alegre habitó su primera casa: un ático desvencijado en el centro de la ciudad. Durante un año fue transformando ese espacio de libertad conquistada y transformándose con él, sintiéndolo vivo, enamorándose. Mi casa de nadie relata una relación amorosa desde la ilusión y el deslumbramiento iniciales hasta la ruptura traúmatica tras una larga despedida; y aunque el amado sea una casa, eso qué importa. De una dulzura arrebatadora, Mi casa de nadie es una metáfora de cómo las cosas y los espacios que hemos amado viven en nosotros y nos moldean a su imagen y semejanza. Un primer libro evocador y perfecto. «esta noche / es más dulce el frío // no sé si porque me voy ya // o porque no me he ido todavía»