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Ha llegado la primavera y todos los lirones se van despertando después de un larguísimo invierno. Todos menos uno. El pequeño lirón aún sigue durmiendo y, a pesar de los muchos y variados intentos que hacen sus amigos, él ni se inmuta. En el l... Seguir leyendo
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Ha llegado la primavera y todos los lirones se van despertando después de un larguísimo invierno. Todos menos uno. El pequeño lirón aún sigue durmiendo y, a pesar de los muchos y variados intentos que hacen sus amigos, él ni se inmuta. En el libro anterior: El pequeño lirón que no podía dormir, con los trucos de sus amigos, al fin consigue quedarse frito como hacen todos los lirones. Ahora, en cambio, no hay forma de despertarlo. Los animalitos prueban diferentes métodos cosquillas, apretujones, desayuno, malos olores, luces brillantes y, sobre todo, muchísimo ruido− hasta que se dan por vencidos y lo dejan solo. El pequeño lirón, con tanto silencio, al fin se despierta y Esta historia con situaciones que se van encadenando y acumulando, resulta tan entrañable como la entrega anterior. El lirón es un personaje tierno y gracioso como un peluche, a quien los niños que no lo conocen, tienen que conocer. Los fans, por su lado, seguramente ya estarían echándolo de menos. Un álbum perfecto para los niños que se quedan pegados a las sábanas por las mañanas y también para los padres que quieren dormir un poco más los fines de semana. Y para, de vez en cuando, dar vuelta al ritual de el cuento de las buenas noches para instalar en la familia el cuento de los buenos días.