Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Un aburrida noche de sábado, Robby y sus amigos deciden animar la madrugada descargándose algo de porno. Estamos en los años 90, cuando bajar contenido de internet era una tarea que requería paciencia y no siempre se conseguía lo que se buscaba.... Seguir leyendo
info
Un aburrida noche de sábado, Robby y sus amigos deciden animar la madrugada descargándose algo de porno. Estamos en los años 90, cuando bajar contenido de internet era una tarea que requería paciencia y no siempre se conseguía lo que se buscaba. Pero nada de esto se les pasa por la cabeza a los tres adolescentes cuando pulsan el Play.
El contenido es mucho más perturbador y gráfico de lo que esperaban. Se trata del suicidio televisado de un congresista, que tuvo lugar en 1987. En los días siguientes, los jóvenes irán descubriendo que están inmersos en una leyenda urbana y que toda leyenda cuenta con una parte de realidad.
El congresista, Benjamin Hardy III, empezará a acosarlos en sueños, en la vida diaria; su rostro desfigurado por el disparo de la Magnum se les aparecerá en los de sus familiares y amigos.
¿Qué pueden hacer para detenerlo? Cualquier cosa que intenten, solo conseguirá enredarlos aún más en las fauces sanguinolientas del hombre muerto.