Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Valle Inclán lo explicó en los versos modernistas de La marquesa Rosalinda. A diferencia de Francia, aquí no volaban libremente tras los boscajes, ni furtivos besos del Trianón, ni las ideas de Voltaire y Rousseau: con los ramajes de los boscajes... Seguir leyendo
info
Valle Inclán lo explicó en los versos modernistas de La marquesa Rosalinda. A diferencia de Francia, aquí no volaban libremente tras los boscajes, ni furtivos besos del Trianón, ni las ideas de Voltaire y Rousseau: con los ramajes de los boscajes, aquí hacía hogueras la Inquisición. El atraso económico, a pesar del imperio, y la intolerancia, crearon condiciones extremas para que las luces arraigaran en España y no obstante el esfuerzo de reforma del absolutismo ilustrado hizo posible esa tarea casi heroica. Una minoría intelectual encontró una estructura de oportunidad en la política de reformas del Despotismo ilustrado, que iluminó los problemas y mostró al tiempo la imposibilidad de resolverlos dentro del orden estamental y sin romper el muro del Santo Oficio. De ahí el estallido en breve tiempo, no de un simple reformismo, sino de una conciencia política alternativa que apunta a una Constitución. Antes del nombre, nace el liberalismo. Bajo el "infame Godoy", Jovellanos dixit, el río se transforma en guadiana y si bien los objetivos políticos y económicos se concretan, la corriente, desviada por el valido, lleva a 1808. La trayectoria encontrará en Goya un testigo capaz de expresar mediante imágenes únicas el dramatismo de un progreso de la razón que desemboca en tragedia.