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«Querido señor Diablo, su alteza Lucifer y todas las cruces con las que carga: Le invito cordialmente a Breathed, Ohio. Tierra de colinas y balas de heno, de pecadores y de indulgentes. Con gran fe, Autopsy Bliss.» Este es el anuncio que el fiscal... Seguir leyendo
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«Querido señor Diablo, su alteza Lucifer y todas las cruces con las que carga: Le invito cordialmente a Breathed, Ohio. Tierra de colinas y balas de heno, de pecadores y de indulgentes. Con gran fe, Autopsy Bliss.» Este es el anuncio que el fiscal Bliss puso en el periódico local a principios del verano de 1984. Unos días más tarde, el diablo en persona se presentaba en el porche de su casa. Vestía un mono de trabajo azul hecho jirones y pedía helado insistentemente. Se llamaba Sal, era negro y tenía trece años. Ese mismo día el señor Elohim, afamado techador y vegetariano extremista, fundiría todo el helado del supermercado con su soplete. Ese día se desataría la ola de calor y desgracias más insólita que jamás abrasó Breathed. «Es cosa del diablo que ahora vive con los Bliss», pensaban muchos. Pero puede que Sal solo fuera un niño escapado del horror de su familia. ¿Acaso el diablo puede enamorarse de la niña de la casa de al lado? ¿O tener un mejor amigo? De una belleza devastadora, El verano que lo derritió todo es una profunda reflexión sobre la comunidad, el paletismo y los lugares oscuros donde realmente reside el mal. Una nueva y magistral novela gótica rural de la autora de la multipremiada Betty.