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Mediados del siglo XII, el emperador Barbarroja disputa al papa la supremacía del Imperio. En Roma, mientras tanto, Arnaldo de Brescia exige autonomía para la comuna y la vuelta a la auste¬ridad primitiva del cristianismo. El papado, obsesionado c... Seguir leyendo
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Mediados del siglo XII, el emperador Barbarroja disputa al papa la supremacía del Imperio. En Roma, mientras tanto, Arnaldo de Brescia exige autonomía para la comuna y la vuelta a la auste¬ridad primitiva del cristianismo. El papado, obsesionado con la propagación del islam por los antiguos territorios arrianos del Imperio, observa receloso la situación en Hispania donde el rey de León, el reino hegemónico, se ha proclamado emperador de las dos religiones. A fin de obstaculizar esta política envía a Hispania al cardenal Jacinto Bobone, que fuera en su día compañero de estudios de Arnaldo de Brescia. Marcello, joven sobrino de este último, es aceptado en el séquito legatino, pues, aspirante a trovador, desea conocer en la corte leonesa a los más gran¬des trovadores de Europa. Un casi adolescente Marcello recorre con el cardenal la Hispania cris¬tiana. En Zaragoza conoce a Zayda, una joven trovadora de la que se enamora. Y su amor le hace sentirse hombre por primera vez. Pero no se desenvuelve con soltura ante una amada de carne y hueso. A esa dificultad se une la súbita desaparición de la joven, secuestrada por la Orden del Temple que quiere de ella un documento que compromete al papado. Marcelo y su nuevo amigo, el trovador italiano Enzo, en sus pesquisas por encontrar a Zayda, descubren las pruebas de un magnicidio que ha cambiado la historia de Hispania. A su regreso a Roma, los dos amigos se ven envueltos en la encarnizada lucha del papado contra la comuna que encabeza Arnaldo de Brescia.