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A la memoria de mis antepasados, que injustamente la feroz garra del franquismo los martirizó y humilló destrozándoles la existencia y la convivencia para siempre. Simplemente para que sus historias no queden sepultadas baj... Seguir leyendo
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A la memoria de mis antepasados, que injustamente la feroz garra del franquismo los martirizó y humilló destrozándoles la existencia y la convivencia para siempre. Simplemente para que sus historias no queden sepultadas bajo la tierra del olvido... POR TI, TÍO JOSÉ, DONDE QUIERA QUE ESTÉS. A Luey, a los que quedan y a los que se fueron, que tanto me arroparon de niño. Hoy siento que pagué una deuda. J.A. Martínez Peláez. Estas son las palabras que escribió mi amigo Juan Antonio cuando me contó esta historia vivida por su familia. Todos los personajes que se mueven en ella son reales, exceptuando los nombres. En ella se refleja la represión brutal de la posguerra, las cárceles y la persecución a los vencidos. Para salvar la vida, muchos se fueron al exilio, mientras que otros se tiraron al monte como Juanin y Bedoya, los míticos maquis perseguidos por más de una década. Argentina Cueto. Nació el primero de abril de 1940 en Mier Asturias, en un pueblecito de Peñamellera Alta cerca de Cabrales, donde su madre ejercía de maestra. Tras el fallecimiento de esta un año más tarde, se traslada a Cuevas del Mar en Nueva de Llanes donde vive con su familia paterna hasta su matrimonio a los 19 años. Por motivos del trabajo de su marido, se trasladan a Madrid donde reside desde entonces, dedicando la vida exclusivamente a su familia. Es madre de cinco hijos y cuatro nietos. Dado el tiempo de posguerra que le tocó vivir, carece de estudios acadé- micos, salvo los adquiridos en la escuela de su pueblo hasta los catorce años. Esas carencias fueron compensadas con un interés sumo en todo lo cultural, haciendo de ella una lectora compulsiva. Asistió por años a clases de literatura clásica, siendo conocedora de la mayoría de los autores españoles de todos los siglos.