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Mantener el equilibrio -según Pedro Martos- está sobrevalorado. El desequilibrio, en cambio, es responsable del movimiento, del crecimiento, del cambio; y podemos encontrar mucha armonía en esas fluctuaciones. El autor va buscando ese lugar en la ... Seguir leyendo
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Mantener el equilibrio -según Pedro Martos- está sobrevalorado. El desequilibrio, en cambio, es responsable del movimiento, del crecimiento, del cambio; y podemos encontrar mucha armonía en esas fluctuaciones. El autor va buscando ese lugar en la cotidianidad donde el equilibrio no llega a perderse, aunque está a punto. "El funambulista desequilibrado" es un poemario de madurez, sin censura, provocador, a veces impúdico, con vocación de catarsis. El tono autobiográfico hace alarde de una lírica intimista no exenta de ironía dotando este autorretrato poético de un inteligente sentido del humor. Su estilo directo y contundente hace que llegue al lector como si le susurrara al oído o al corazón. Poesía sin artificio, en la que la experiencia está siempre por encima de los malabarismos formales. Una fórmula que incluye -a partes desiguales- inocencia, caos, dolor y transformación. En El funambulista desequilibrado, Pedro Martos quiere llegar al fondo de lo que ocurre, de las personas que se cruzan en su vida, y por supuesto, de él mismo. ALICIA PÉREZ MONTORO