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Hasta no hace mucho, las infecciones mortales eran temidas en Occidente. Desde entonces, muchos países desarrollados se han transformado: de ser cloacas donde prosperaba todo tipo de enfermedades han pasado a ser hábitats mucho más seguros y salud... Seguir leyendo
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Hasta no hace mucho, las infecciones mortales eran temidas en Occidente. Desde entonces, muchos países desarrollados se han transformado: de ser cloacas donde prosperaba todo tipo de enfermedades han pasado a ser hábitats mucho más seguros y saludables. Las enfermedades infecciosas fueron disminuyendo de forma constante desde mediados del siglo XIX, y a principios del XX alcanzaron unos niveles relativamente menores. La historia de esta transformación incluye el hambre, la pobreza, la suciedad, las curas olvidadas, las ideas eugenésicas, las libertades personales frente al poder del Estado, las protestas y las detenciones por el rechazo de las vacunas, y mucho más. Hoy se nos dice que las intervenciones médicas, y exclusivamente ellas, prolongaron la esperanza de vida y evitaron muertes masivas. ¿Pero fue realmente así? Desvaneciendo ilusiones expone con detalle hechos y cifras aparecidos en revistas, libros, periódicos y otras fuentes médicas hace tiempo olvidadas. Mediante gráficos que desmienten muchos mitos, este libro demuestra que el descenso de la mortalidad debida a enfermedades infecciosas no se debió a las vacunas, los antibióticos y otras intervenciones. Si la profesión médica fue capaz de interpretar mal e ignorar de forma sistemática informaciones históricas fundamentales, es obligado preguntarse: ¿Qué otras cosas se olvidan y se comprenden mal en la actualidad? La razón principal de conocer nuestra historia tal vez sea impedir que alguna vez se pueda repetir su peor parte.