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«Las tardes en Brento eran siempre hermosas de contemplar. El paisaje era apropiado para ello. Una de las cosas más bonitas eran las puestas de sol en la playa... y la plaza de los Cerezos... una plaza que siempre tiene gente, como si llamara a los... Seguir leyendo
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«Las tardes en Brento eran siempre hermosas de contemplar. El paisaje era apropiado para ello. Una de las cosas más bonitas eran las puestas de sol en la playa... y la plaza de los Cerezos... una plaza que siempre tiene gente, como si llamara a los vecinos y nunca quisiera estar sola». En la ciudad se acumulan a diario historias de amor, de ausencia, de soledad, de violencia tejidas por los pasos de los personajes que recorren sus espacios: Eloísa, su madre Mariola y su hermana Herminia; Matilda, dedicada a las actividades benéficas; Elena, la veterinaria en busca de su madre biológica; Raúl, intrigado por los secretos de su madre; Carlos, el odontólogo aficionado al vóley-playa; Lara, Mireya, Jorge, Dylan... y como telón de fondo Brento, su plaza de los Cerezos y su paseo junto al mar. La vida cotidiana con toda su complejidad, diversa y polifónica.