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La escultura castellana del siglo XVI es un arte tan fuertemente expresivo que solo toma de la vida lo que conduce de un modo directo a la emoción. Es el tiempo en el que los grandes retablos, tan característicos en el arte español, adquieren todo... Seguir leyendo
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La escultura castellana del siglo XVI es un arte tan fuertemente expresivo que solo toma de la vida lo que conduce de un modo directo a la emoción. Es el tiempo en el que los grandes retablos, tan característicos en el arte español, adquieren todo su desarrollo, no solo en el aspecto decorativo sino también en el narrativo, en el expresivo, para despertar el interés y la devoción de los fieles. Fue Alonso Berruguete (c. 1486 - 1561), uno de los escultores españoles más influyentes del siglo XVI, quizá el artista capaz de reflejar con mayor intensidad en su obra las emociones y los sentimientos religiosos de su época, capaz de expresar en sus esculturas la belleza del alma, el misticismo, la devoción. Los materiales utilizados por Berruguete para la realización de su obra fueron siempre la madera, el mármol, el alabastro o la piedra; y la escultura en madera requería necesariamente la policromía. Alonso Berruguete plasmó el color en su obra con un sello muy personal, armonizado con su técnica y con su ideal.