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¿Qué lleva a una persona a coger una carretera casi abandonada para llegar a un lugar que ya no figura en ningún mapa? Tras su breve encuentro con un vecino aparecido no se sabe muy bien de dónde, la viajera inicia su paseo por las calles de un p... Seguir leyendo
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¿Qué lleva a una persona a coger una carretera casi abandonada para llegar a un lugar que ya no figura en ningún mapa? Tras su breve encuentro con un vecino aparecido no se sabe muy bien de dónde, la viajera inicia su paseo por las calles de un pueblo que parece abandonado. Pero Belcarba es un lugar insólito, habitado por personas extraordinarias que no saben que lo son: Amparo puede leer con las manos los secretos de sus vecinos que quedan impresos en todo lo que tocan. Concha tiene el don de hablar con los difuntos. El suelo tiembla cuando Antón y Leonor hacen el amor... En Belcarba el tiempo parece no existir. O quizá solo transcurra de una manera diferente. Aquí todo es normal a fuerza de ser surrealista e irreverente, y el cementerio no es un lugar lúgubre al que ir a llorar. ¿Será por eso por lo que Belcarba no cree en los muertos?