Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Como ciudadano del siglo XVII, en Hobbes encontramos una fuertedualidad y enfrentamiento entre las pasiones y la razón: los sereshumanos son animales que, si bien poseen un potente aparatointelectual que les permite convivir gracias al despliegue de... Seguir leyendo
info
Como ciudadano del siglo XVII, en Hobbes encontramos una fuertedualidad y enfrentamiento entre las pasiones y la razón: los sereshumanos son animales que, si bien poseen un potente aparatointelectual que les permite convivir gracias al despliegue de unsistema político, se hallan sin embargo sometidos a los avatares delmundo físico. La sociedad es una consecuencia no natural de nuestraevolución: los Estados responden a una creación racional humana,basada en un pacto entre iguales que beneficia a todos suscomponentes. El hombre quiere poder, es más, el hombre es poder enpotencia, siempre y cuando se cumpla el único requisito material quepone Hobbes: la asociación entre hombres. El requisito formal sería la configuración que han de adoptar aquéllos respecto de esa asociación. De esta manera, si bien el poder no es una cualidad innata delhombre, sí podemos decir que en el Leviatán todo hombre se sitúa bajosu halo; el pacto inicial con el que se confecciona el Estado oLeviatán precisa del acuerdo de los hombres que están sometidos a suPoder, con mayúsculas. Un poder que, en el Estado, ha de ser absoluto. AUTOR An