Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
En lo bueno y en lo malo, «Italia en superlativo». Así se ha descrito Sicilia. Lo mejor y lo peor del Mediterráneo... y del género humano. Tierra de contradicciones, dulce y violenta, todas las culturas —fenicios, griegos, romanos, bizan... Seguir leyendo
info
En lo bueno y en lo malo, «Italia en superlativo». Así se ha descrito Sicilia. Lo mejor y lo peor del Mediterráneo... y del género humano. Tierra de contradicciones, dulce y violenta, todas las culturas —fenicios, griegos, romanos, bizantinos, árabes, normandos, aragoneses, españoles, borbones— han pasado por este lugar prodigioso dejando un inabordable legado cultural y artístico, sin hacer perder a la isla su personalidad. «El más divino museo al aire libre» le llamó Josep Pla... y el más infernal lugar de violencia (de la naturaleza: volcanes todavía muy activos, terremotos; y humana: luchas y venganzas mafiosas, corrupciones políticas). La mayor concentración de lugares Patrimonio de la Humanidad por kilómetro cuadrado, de ciudades monumentales... y de construcciones «abusivas» y de huelgas de basuras (con el permiso de Nápoles). Imposible aburrirse. Bellezas naturales famosas desde la antigüedad, sombras y luces que a ningún viajero dejan indiferente.