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Con grandes dosis de humor y frescura, y un punto de vista orgulloso, Tania reivindica la libertad de las mujeres de vivir en su piel sin necesidad de validez externa,sin ser juzgadas o cuestionadas por nadie que no sea una misma. Sin el permiso de l... Seguir leyendo
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Con grandes dosis de humor y frescura, y un punto de vista orgulloso, Tania reivindica la libertad de las mujeres de vivir en su piel sin necesidad de validez externa,sin ser juzgadas o cuestionadas por nadie que no sea una misma. Sin el permiso de los hombres, de la sociedad, de los medios, de las redes. Este libro es un llamamiento al Necesito quererme y valorarme yo, y que el resto me resbale y a la vez un instrumento para conseguirlo, pues el objetivo es algo tan sencillo y tan complicado a la vez como entender que solo tú tienes la llave para validarte. Desde una visión intimista, la incombustible y brillante, Tania Llasera pone su experiencia en manos de todas las mujeres de cualquier edad que quieran iluminar su vida y encontrar herramientas y consejos para ser ellas mismas, para descubrir que toda mujer, toda niña atemporal, se sienta orgullosa de lo que es: una mujer libre.En este libro toda mujer encontrará la forma de dar la vuelta a la tortilla, de convertir lo negativo en positivo, de saber qué puentes cruzar y cuáles quemar. Porque lo importante no es sobrevivir, porque no es esto, es VIVIR TU VIDA A TU MANERA, coger las riendas. Es aprender a verte, incluso a admirarte, no solo a mirarte.;Reivindico la libertad de escoger nuestra vida entera de pe a pa, empezando por aprender a vivir en nuestra piel sin buscar la aprobación de los demás, de tu padre, de tu madre, ni la de tu amiga la del sexto. Nadie puede validarnos desde fuera. La validación es propia, y en ese cambio de chip encontramos nuestra libertad, señoras. La mayoría tenemos a nuestro alcance la posibilidad de vivir sin ser juzgadas o cuestionadas por nadie que no sea quien va al volante de tu cuerpo: tú. Está en nuestra mano no escuchar esas voces, porque la nuestra suena a tal volumen en la mente que ensordece el ruido ajeno. No quiero ni necesito que me autoricen otros, la sociedad, las redes sociales, los medios, mi familia, amigos; me necesito solo a mí para aceptarme, cuidarme y quererme. Es tan sencillo y complicado como que solo tú tienes la llave para valorarte. Fácil decir, difícil de conseguir; con este libro te propongo un reinicio para tomar el camino a la libertad: primer paso, definamos y admitamos el problema; segundo, mirarnos y vernos; tercero, aceptarnos tal como somos; cuarto, cuidarnos, desaprender para aprender; quinto, aprender a querer(nos); sexto, desprendernos de lo que no suma. El séptimo y último paso es la consecuencia de todo lo anterior: desarrollar nuestra propia piel de foca para que nos rebote el «ruido» que hacen los demás sobre nosotras, escucharnos y educar a las siguientes generaciones; sin rencor: estar hasta el coño, estar hasta el higo, no nos ciega. Nos permite vernos, sentirnos nosotras. La carga mental es tal que vivimos nuestra rutina cegadas por una nube de frustración constante. Vamos con la cabeza en las nubes; pero grises. Y si no puedes ver, te pierdes, amiga mía. Te dejas llevar por la marea social, por los trends, por los complejos y por toda esa morralla que a veces confunde lo digital con lo real, lo online con lo offline.