Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Cerca de la misteriosa urbe brasileña de Manaos, perdidas en medio de la selva amazónica, se encuentran varias explotaciones de caucho dirigidas por un despiadado terrateniente de origen argentino. Entre los esclavos de las propiedades hay un grupo... Seguir leyendo
info
Cerca de la misteriosa urbe brasileña de Manaos, perdidas en medio de la selva amazónica, se encuentran varias explotaciones de caucho dirigidas por un despiadado terrateniente de origen argentino. Entre los esclavos de las propiedades hay un grupo compuesto por tres hombres diferentes: «el Nordestino», que fue a parar allí por una deuda; «el Gringo», un antiguo guardaespaldas del capataz condenado a la esclavitud por acostarse con la amante del patrón; y Ramiro «Poco-Poco», un indio auca. Los tres tienen buenos motivos para la venganza y para intentar lo que ningún otro hombre de la exploración había logrado antes: huir. Así emprenden un periplo imposible a través de la selva, enfrentándose a las pirañas y otros peligrosos animales y, sobre todo, a los sanguinarios hombres que los persiguen, demostrando que no hay mejores alas que las que otorga la búsqueda de la libertad.