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Hubo un período de tiempo, hace ya casi un siglo, en que la democracia parecía echar raíces en suelo europeo. Pero esa bella flor fue segada. Hacia 1920 la democracia parecía consolidarse en Europa. Sin embargo, apenas veinte años después, en e... Seguir leyendo
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Hubo un período de tiempo, hace ya casi un siglo, en que la democracia parecía echar raíces en suelo europeo. Pero esa bella flor fue segada. Hacia 1920 la democracia parecía consolidarse en Europa. Sin embargo, apenas veinte años después, en el verano de 1940, estaba casi en proceso de desaparición. De las grandes potencias europeas, solo Reino Unido conservaba una forma política democrática. ¿Qué había pasado en esos veinte años? ¿Cómo reaccionó la intelectualidad europea ante semejante proceso? En este volumen se estudian algunas de estas reacciones en Francia, Italia y España, iluminando los debates a partir del análisis de los textos, pero también de las prácticas, de algunos movimientos, organizaciones y personajes como Action Française, Azaña, D’Annunzio, las corrientes feministas o Gramsci, entre otros. Aunque el paradigma de la destrucción de la democracia siga siendo la República de Weimar, en estos tres países este proceso fue menos lineal que en la Alemania de finales de los años treinta y principios de los cuarenta. En estas zonas de indeterminación, duda y ambigüedad también se pueden encontrar claves explicativas de aquel período de los años treinta en el que vencieron las alternativas de carácter antidemocrático, antiparlamentario, autoritario y fascista, un período que no solo es una sombra del pasado sino, que sigue reverberando, amenazador, en nuestro presente, cobrando un nuevo significado.