Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Cielo, tierra y rocas. Un teléfono suena en el desierto. Brotan de la arena escarabajos azules, cíclopes, caníbales, animales practicando la cartomancia. Y Dios. Que sea el Alfa y el Omega, Yavé o una energía amorosa e inteligente, la figura div... Seguir leyendo
info
Cielo, tierra y rocas. Un teléfono suena en el desierto. Brotan de la arena escarabajos azules, cíclopes, caníbales, animales practicando la cartomancia. Y Dios. Que sea el Alfa y el Omega, Yavé o una energía amorosa e inteligente, la figura divina vertebra el nuevo cómic de David Sánchez y aparece como una fuerza inasequible, incomprensible, que tiene sus propios planes a pesar de los rezos y artimañas de los personajes para escapar a su voluntad. Animales de gran carga simbólica pueblan Un millón de años: la serpiente, el escarabajo, el águila, pero también transitan por sus páginas un cerdo enmascarado, una gaviota carroñera o un pulpo con anillos en los tentáculos. Con este cómic quería entrar en un terreno más ficticio. Además, me gusta pensar que los personajes están bajo el efecto de algún enteógeno y que eso les proporciona la experiencia mística o divina, y la visión animal, destaca el autor. David Sánchez, el autor de Tú me has matado (Astiberri, 2010) y No cambies nunca (Astiberri, 2012), vuelve con un cómic desértico, dominado por un cielo aplastante, que gira en torno a la figura divina y que resulta tan inquietante y turbador como sus obras anteriores.