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«A menudo, lo que más recuerdas de tu pasado son gestos y detalles mínimos: la camiseta de Snoopy disfrazado de cantaor flamenco de aquella persona que te atendió en la copistería, una pintada en el autobús que te llevaba al colegio que decía ... Seguir leyendo
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«A menudo, lo que más recuerdas de tu pasado son gestos y detalles mínimos: la camiseta de Snoopy disfrazado de cantaor flamenco de aquella persona que te atendió en la copistería, una pintada en el autobús que te llevaba al colegio que decía "yo no pedí nacer", o cómo llovía una vez que bajaste a por el pan hace quince años. Este cómic está compuesto de esos detalles. Keiler Roberts nos cuenta lo que le pasa y nos hace sentir todo lo que se puede sentir con su mundo de ardillas, ventiladores sucios, pájaros, calma y silencio, narvales, amigos imaginarios que nos dicen que la vida tiene sentido, risa de largo recorrido, perros, depresión y Muñecas Repollo. Keiler es esa persona con la que cruzas la mirada y te da la risa porque sabes lo que está pensando, o te das cuenta de que está triste porque se parece tanto a ti. La vida entera se explica en la escena en la que le compra un helado a su hija de camino al dentista. Todas las personas habitamos en los gestos mínimos. Estas páginas contienen la cantidad de oscuridad necesaria para que entendamos la importancia de la luz.» JORGE DE CASCANTE