Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Bajar cuadrado, chupar rueda, sufrir una pájara, ser un globero... El ciclismo, como todas las cosas importantes de este mundo, también tiene un lenguaje específico, una jerga, un argot, que los aficionados manejan como un código secreto, solo pa... Seguir leyendo
info
Bajar cuadrado, chupar rueda, sufrir una pájara, ser un globero... El ciclismo, como todas las cosas importantes de este mundo, también tiene un lenguaje específico, una jerga, un argot, que los aficionados manejan como un código secreto, solo para iniciados, y cuyo dominio revela los años de experiencia sobre el sillín. Son términos a menudo metafóricos y siempre singulares que Karin du Croo, apasionada del ciclismo y el dibujo, los pedales y los lápices, ha seleccionado e ilustrado con sentido del humor. Esta ciclopedia ilustrada está destinada a convertirse en una obra de culto entre los fanáticos de las dos ruedas. Y también nos descubre que la bicicleta, gran invento de la humanidad, es más que un ingenio mecánico sencillo, silencioso y sostenible: es toda una filosofía de vida, una ética, un modo de estar en el mundo. Karin du Croo ofrece aquí, con oído para el lenguaje y mano para el dibujo, algo más que una declaración de amor a la bicicleta: una declaración de principios. Pero esta selección de voces, a media etapa entre el diccionario y la enciclopedia, no se limita a los términos de uso común entre la tribu: también recoge términos del registro particular de la autora, o de su grupeta. El ciclismo y la filología recreativa pueden hacer grandes cosas juntos.